miércoles, 7 de enero de 2009

Culpable(s)


Yo dona, que al principio, y en alguna escasísima y nimia ocasión más, finjo interesarme por temas trascendentales, que casi parecen preocuparme de veras, y luego, no mucho más tarde, cuando ya creo que nadie podrá tacharme de obscena, doy rienda suelta a cuanto en realidad me importa y pretendo fomentar: el consumismo, la banalidad, la belleza vana, la superchería esotérica…

Yo dona, que para aquel principio consideraría la anorexia, si acaso todavía no lo he hecho –no lo recuerdo o, sinceramente, me es del todo indiferente– un tema apasionante sobre el cual debatir; por mor del cual retozaría de satisfacción, al ver cuánta indignación se reflejaría en las tertulianas mientras sobre él departen, todas de acuerdo en condenarla como con el mismo diablo harían. Que, olvidadas las breves páginas –aquéllas, tan lejanas– y todo cuanto en ellas se había dicho, sin empacho exhibiría a toda página y como acostumbro preciosas prendas, elegantes, sobrias o recargadas, coloristas o monocromas… sí, mas apenas eso, prendas, a las que apenas rellenan huesos, los de escuálidos fantasmas renqueantes cuyos sufridos cuellos sostienen apenas calaveras, no más recubiertas éstas que de piel, no más ésta que maquillaje sobre el blanco de esqueleto…

Yo dona, cuya hipocresía y mal disimulada fijación por la más superflua apariencia, cuando no enfermiza, dan ganas de vomitar…

Pero ¿por qué recibo reprobaciones? ¿Estoy sola en esto, acaso?

2 comentarios:

  1. La primera, en la frente. Es decir, yo.

    Te colocas bastante bien en la piel femenina, tirando por los suelos el tópico de hombre/simple/escaso de verborrea. Aquí la comentarista sabe de derribar tópicos. Soy una experta.

    Buena suerte en tu andadura bloguera. Serás (probablemente) leído. Si lo haces bien.

    Saludos de una colega.

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  2. Me temo, por lo que últimamente me ronda por la cabeza, que quien se atreva a frecuentar este sitio se va a encontrar con asuntos poco 'amables'; tratados, además, sin piedad. Salvo que cambie, como decía, lo que por mi mente pulula. Por otra parte (veo que te has 'apuntado' como seguidora), recomiendo, a quien aquello piense hacer, que haga uso de la suscripción: al final del artículo 'De locos y juiciosos' se describe, también me temo, el errático rumbo que este blog va a seguir; califiquémoslo de 'guadianesco'.

    Muchísimas gracias por tu (sorprendente) visita, Marga.

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