tag:blogger.com,1999:blog-13490841460538173302024-02-19T16:13:41.482+01:00ImportantistaNingún títere con cabeza, salvo esporádico recesoImportantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.comBlogger80125tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-51015656205060131112012-01-27T17:53:00.002+01:002012-01-27T17:55:49.232+01:00Mi rostro hoy<br>Bajo la convergencia de unas cejas de mediano grosor y sosteniendo por su centro unas pequeñas gafas –cuya fina montura es actualmente de color marrón–, aparece una nariz chata y algo redondeada en su punta. Surge entonces, debajo, un bigote cubierto de duro vello –evidente como la barba por más que se los afeite día sí, día no–, bigote al que enmarcan dos surcos que nacen de las aletas de la nariz y casi terminan en las comisuras de los labios, más marcados tales surcos cuando el rostro sonríe, apenas perceptibles si está serio. Los labios son carnosos, sobre todo el inferior, y dibujan, cuando ambos se tocan, la silueta de una gaviota captada en el instante en que, mientras vuela, empuja el aire batiendo sus alas. A todo este conjunto de nariz y boca lo rodean una barbilla redondeada –que vista de perfil aparece algo retraída respecto a la boca– y una mandíbula grande y cuadrada. Las orejas, por su parte, son de mediano tamaño y sobre ambas reposan las patillas de aquellas gafas marrones, que, antes de unirse con el armazón que sostiene las lentes –tras las que miran dos almendrados ojos también marrones, y grandes–, se cruzan con sus homónimas (aunque más gruesas), las cuales, partiendo a la altura de los pómulos, ascienden para desembocar en un calmo río de pelo castaño.<br /><br/>Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-54883790515249561732011-12-13T12:22:00.010+01:002011-12-15T19:11:16.770+01:00Reencarnación<br>Quizás en otra vida mi cuerpo lustraba el aire,<br />quizás nacía vez tras vez de un instrumento<br />para en los oídos morir,<br />acariciándolos, mil veces y una.<br /><br /><iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/UhBmb9Y0puo?rel=0" frameborder="0" allowfullscreen></iframe><br /><br/>Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-17991250999580708432011-12-03T16:37:00.009+01:002011-12-05T09:49:54.273+01:00Todos perdemos<br>Oyeron que desde el Corán Dios clamaba venganza. Que el agravio que contra la ciudad estaban cometiendo los invasores, les decía, no podía quedar sin su ejemplar castigo. Eran pobres y no podían, por tanto, aplicarlo a todos, como merecían, pero para muestra bien le serviría un botón. O cuatro: una vez rodeados, los apalearon sin compasión, dando algún que otro golpe a la cabeza, o más de uno, puntapiés sobre todo, qué mejor manera de matar cuando se dispone de tan pocos medios, si además después se prende fuego la muerte es segura. Liquidadas sus vidas, pensaron –si acaso la desbocada ira les permitía tanto– que su obra no estaría completa sino hasta pisotear también sus honores, conque recogieron del suelo los pocos restos que podían ser recogidos y, al abrigo y entre el exaltado júbilo de los habitantes, desfilaron todos por la ciudad. Llegados a un puente, y a fin de hacer palmario y más duradero el escarmiento, colgaron allí lo que hacía unas horas se llamaba vida y para entonces habían despojado de nombre posible.<br /><br />Por los cuatro a quienes colgaron del puente, les gritaba Dios en alguna página de la Biblia, habría de caer sobre los autores de la ofensa, y sobre sus mujeres y sus hijos si no se apartaban, todo el peso de su furia, que no es otra que la de ellos. Así fue mandado, así se hizo. Orgulloso debía estar el del Libro de ver desplegarse a su orden tal sinnúmero de soldados, aeronaves, carros de combate y armas, iban a enseñarles cómo se apalea y calcina con eficiencia. No pudieron ser resucitados aquellos cuatro, que hacer milagros sólo corresponde a él, pero sus honores fueron sobradamente restituidos siendo arrasados dos tercios del territorio de la maldita ciudad, amén del ajusticiamiento –líbreme Dios de dar otro nombre a la cosa– de una cantidad de gente que aún hoy no se conoce del todo, pero que en cualquier caso de mil y un buen pico no bajará. Asimismo –y análogamente a la ultrajante exhibición en el puente–, con el propósito o sin él de prolongar la punición, se utilizó en el revanchista ataque cierto material que ha llevado sus consecuencias hasta hoy y quién sabe hasta cuándo, esto es, se multiplicaron los nacimientos de niños cuya anatomía nunca les permitirá andar o asir o pensar como cualquier niño anda o ase o piensa. Para que así durante mucho tiempo recuerden que nadie puede enfrentarse a Dios, pues Dios siempre gana.<br /><br />_________________________<br /><span style="font-size:85%;">Fuente: <a href="http://xlsemanal.finanzas.com/web/articulo.php?id=74918&id_edicion=6887">«Los niños “malditos” de Irak»</a>, <span style="font-style: italic;">XlSemanal</span> n.º 1.257.</span><br /><br/>Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-78821446296683622552011-11-23T10:40:00.006+01:002011-12-13T19:35:25.009+01:00Gracias<br><span style="font-size:130%;">Por elevarme unos instantes a la superficie<br />y sacarme así del pozo<br />que la tristeza hasta su brocal llena.</span><br /><br/>Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-16230936579851211662011-10-28T18:00:00.007+02:002011-12-13T20:00:01.317+01:00Solo<br><div style="text-align: center;"><div style="text-align: left;"><span style="font-size:180%;">A veces, el mejor remedio<br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-size:180%;">contra la soledad</span><br /></div></div><div style="text-align: right;"><span style="font-size:180%;">es la soledad.</span></div></div><br /><br/>Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-40700718833342799622010-10-11T18:19:00.008+02:002010-10-12T10:13:01.484+02:00Dulce distracción<br /><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Quién fuera sol en un cielo sin nubes para verte siempre</span></div><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><div style="text-align: right;">y siempre sabiendo que se es de tu alegría buena causa.</div><br /><div style="text-align: right;">Benito, <i>Siempre</i> (inédito)</div><br /><br /><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Sí, pongo arriba lo que abajo debía estar,</span></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">o cojo lo uno cuando me pedían lo otro.</span></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Y nada, me dices tan humilde, querrías que me distrajera.</span></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">Pero, si es tu sola existencia mi distracción,</span></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">¿cómo vas a alejarme de ella?</span></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">¿Cómo, si de mi mente no me separo</span></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: medium;">y de mi mente sacarte no puedes?</span></div></span><br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-3782701857693463032010-06-29T22:44:00.011+02:002010-07-24T21:13:05.624+02:00Contra los antinaturales, por ejemplo*<br /><blockquote>8<br /><br />¿Cuál puede ser nuestra única doctrina? Que al ser humano nadie le da sus propiedades, ni Dios, ni la sociedad, ni sus padres y antepasados, ni él mismo (el sinsentido de esta noción que aquí acabamos de rechazar ha sido enseñado como «libertad inteligible» por Kant, acaso ya también por Platón). Nadie es responsable de existir, de estar hecho de este o de aquel modo, de encontrarse en estas circunstancias, en este ambiente. La fatalidad de su ser no puede ser desligada de la fatalidad de todo lo que fue y será. Él no es la consecuencia de una intención propia, de una voluntad, de una finalidad, con él no se hace el ensayo de alcanzar un «ideal de hombre» o un «ideal de felicidad» o un «ideal de moralidad» —es absurdo querer echar a rodar su ser hacia una finalidad cualquiera—. Nosotros hemos inventado el concepto «finalidad»: en la realidad falta la finalidad… Se es necesario, se es un fragmento de fatalidad, se forma parte del todo, se es en el todo —no hay nada que pueda juzgar, medir, comparar, condenar nuestro ser, pues esto significaría juzgar, medir, comparar, condenar el todo—.¡Pero no hay nada fuera del todo!<br /><br />Que no se haga ya responsable a nadie, que no sea lícito atribuir el modo de ser a una <span style="font-style:italic;">causa prima,</span> que el mundo no sea una unidad ni como <span style="font-style:italic;">sensorium</span> ni como «espíritu»; sólo esto es la gran liberación, sólo con esto queda restablecida otra vez la inocencia del devenir… El concepto “Dios” ha sido hasta ahora la gran objeción contra la existencia… Nosotros negamos a Dios, negamos la responsabilidad en Dios: sólo así redimimos al mundo.<br /><br /><div style="text-align: right;">Friedrich Nietzsche, «Los cuatro grandes errores»,<br />en <span style="font-style:italic;">Crepúsculo de los ídolos</span></div></blockquote><br />En particular: la naturaleza —mejor no se ha podido decir— no impone «finalidades» a sus creaciones; tal concepto ha sido introducido por el ser humano, pues aquélla no hace otra cosa que impeler a los organismos a satisfacer sus apetencias; y es sólo de esto, entonces, de lo que derivan ciertos efectos, a los que algunos se apresuran a otorgar el título de «sagrados»: la reproducción, en este caso.<br /><br />La vida es dolor, hambre, sed, soledad, libido… Y si uno es fiel a su naturaleza ha de estar atento sin reticencias a los dictados de ésta, a sus órdenes; la existencia pura no es, por tanto, sino calmar el dolor, saciar el hambre y la sed, procurarse compañía, satisfacer la libido: dicha existencia, en suma, está basada esencialmente en la búsqueda del placer o del alivio; constriñendo tal búsqueda falseamos aquélla. Esto es lo natural, y sólo la naturaleza —no el ser humano, arbitraria y artificialmente— tiene autoridad para definirlo.<br /><br />Quien condena determinadas tendencias (cuando no implican perjuicio a otros) aduciendo que éstas no cumplen la supuesta finalidad debida es precisamente quien traiciona a la naturaleza; andan descaminados, porque ésta no sigue plan alguno, su fuerza radica en el instinto; no pretende alcanzar fines, es la causa.<br /><br />____________________________________<br /><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">* Artículo recuperado del blog <em></em></span><em><a href="http://divagando.lacoctelera.net/post/2008/07/12/contra-antinaturales-ejemplo"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Divagando</span></a><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">.</span></em><br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-6261929206638319432010-06-18T15:26:00.011+02:002010-06-20T12:21:51.412+02:00A José Saramago (a la nada)<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkpkbVj0KmK0oZHqlxBcm5VpBdQOoJuaDdLitTFVoYaeVy8RdPPpIxgR81sNG3GpvOGHafFpAvzniZoE_Vie-Lr7RiD51qrpq0Ws_8f3vEQtNeVkFrIwzSOMrSWUDTMDShdI0iO9oCuEY/s1600/Jose_Saramago.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 115px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkpkbVj0KmK0oZHqlxBcm5VpBdQOoJuaDdLitTFVoYaeVy8RdPPpIxgR81sNG3GpvOGHafFpAvzniZoE_Vie-Lr7RiD51qrpq0Ws_8f3vEQtNeVkFrIwzSOMrSWUDTMDShdI0iO9oCuEY/s320/Jose_Saramago.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5484797449785665330" /></a><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small; ">José Saramago en playa Quemada,</span></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small; ">entre Yaiza y Tías, en Lanzarote (Canarias)</span></div><br /><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-size:small;">Cuando me muera entraré en la nada y me disolveré en ella;</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-size:small;">confío en que no haya ninguna sorpresa más.</span></div><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><div style="text-align: right;"><br /></div><div style="text-align: right;">José Saramago</div></span><br />Tal vez replicaría él, si oír o leer pudiera a cuantos proferirán o escribirán las palabras «Descanse en paz», que sólo a su viejo cuerpo atañen éstas; su espíritu, su alma, la electricidad que lo impulsaba, o comoquiera llamar cada uno a eso que de todos más nos diferencia, ni descansará ni de descansar dejará, porque su inteligencia, su agudeza, su imaginación, su lucidez, su pasión, su brillantez, su sensibilidad, su excelso excelso talento hoy y para siempre en él, y en nada que él no dejara grabado o escrito, han dejado de existir.<br /><br />Mas aseguro, a quien le importe un carajo esto –porque, como digo, él ni descansa ni padece ni disfruta y todo le es indiferente ya–, que seguirán existiendo en mí.<br /><br />________________________________________<br /><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Foto de Pedro Walter, en </span><span style="font-style:italic;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">El País.</span></span><br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-59649283658576193702010-06-15T21:56:00.009+02:002010-06-19T23:03:03.883+02:00Fue bonito soñar despierto mientras despierto soñando estuvo<br />Porque el sueño, acaso el más nítido y lúcido que jamás tendrá, terminó. Lo atestigua algo que nadie podría ver, pues, siendo agua, entre el agua que hacia abajo corre se confunde y mimetiza. De ello sólo él es consciente, se lo revela su lengua: bien sabe que no es salado el líquido que de la ducha brota.<br /><br />Actualización: En mal recuerdo se ha convertido la causa de tal salobridad. Pues el sueño ha vuelto con más fuerza de la que nunca tuvo. Más aún de la necesaria para que quizá por siempre dure. Quizá.<br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-55662005522800034902010-05-02T11:40:00.006+02:002010-05-05T22:14:40.501+02:00Bienvenidas, Selah, Anforaetrusca y Saritah<br />Como es costumbre de un tiempo a esta parte, quiero expresaros con esta entrada mi más sinceramente caluroso recibimiento (para Saritah, cuyo seguimiento acabo de descubrir, y para el resto de personas —Selah y Anforaetrusca— a quienes aún no se lo había dado). Os doy la bienvenida a todas (inclinando ligeramente la cabeza en reverencia), rogándoos por otra parte que tengáis paciencia, pues anda mi cabeza últimamente hecha un páramo en lo que se refiere a ideas que merezcan la pena ser plasmadas en artículo e impulso creador y ánimo escritor.<br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-29888224695135069472010-03-18T19:51:00.008+01:002010-06-20T12:05:50.131+02:00Puta guerra<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwaELS9keGDjtvIIND3YZBRczkiXbAAVIspuCTexm0hUUCRSMOl26N_7mJ3DHAZNhyphenhyphenRuukwDt43kVdG94zQROLIHK2PK3cvAwkg7MBNqMIZVbMOtf97x4-LT80QwvDHuOxxee2joJMthw/s1600-h/Hermanos+de+sangre.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 230px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwaELS9keGDjtvIIND3YZBRczkiXbAAVIspuCTexm0hUUCRSMOl26N_7mJ3DHAZNhyphenhyphenRuukwDt43kVdG94zQROLIHK2PK3cvAwkg7MBNqMIZVbMOtf97x4-LT80QwvDHuOxxee2joJMthw/s320/Hermanos+de+sangre.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5450050228357011458" /></a><br /><br /><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small; ">¡Puta guerra!...</span></div><div style="text-align: right;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small; "><br /></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><div style="text-align: right;">Sargento Frank Perconte</div></span><br /><div style="text-align: justify;">Ha tenido que llegar el capítulo 9 de un total de 10 —cesar la acción, precisamente— para que <i>Hermanos de sangre</i> me despierte emociones profundas y perdurables. Y es que a estas alturas el coraje o la certeza no me parecen tan dignos de atención y de reflexión como la duda, el miedo o la desolación. Celebro, en fin, haberme decidido a seguir viendo esta serie, que hasta ahora se me antojaba hecha poco más que de escenas —técnicamente extraordinarias, eso sí— similares a las que aparecen intercaladas en el desarrollo de un videojuego bélico, lamentando mientras las veía que sólo pudiera limitarme a mirar lo que tantas veces he visto: eso que, al fin y al cabo, apenas varía de unas contiendas a otras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Con el capítulo 9 se abre de par en par la caja de las reflexiones y, con éstas, llegan algunas conclusiones: que los soldados de uno y otro bando no son sino las fichas —todas de carne, sangre y hueso, todas con sus dudas y sus miedos— de un puerco juego infame y abyecto; que en un combate se te podrán poner de corbata, pero lo verdaderamente aterrador llega cuando se tiene que comunicar a una familia —no digamos si es a varias— la triste suerte que ha corrido su hijo...</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pueden verse en este capítulo otras imágenes (las que responden, en suma, a la pregunta formulada en su título: «Por qué luchamos») que, a diferencia de lo ya mencionado, no por verlas un millón de veces dejarán de ponerme el alma en un puño hasta hacerme llorar a causa de la indecible ruindad de que son muestra: aquélla de la que el ser humano, <i>sólo él,</i> es capaz.</div><div style="text-align: justify;"></div><br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-91245198256781866082010-02-13T13:36:00.008+01:002010-02-14T14:00:41.060+01:00Paz<br />Sólo comparable a escuchar buena música en el coche es ir conduciendo en completo silencio. Desfilando los coches por los tres carriles, sincronizados como bailarinas acuáticas, parece estar uno inmerso en una escena reproducida a cámara lenta. Pocos son los sonidos que en ese momento, atravesando a duras penas la carrocería, hienden el aire que llena el interior; pueden oírse, vagamente, el monótono deslizarse de los neumáticos sobre el asfalto y el zumbido del motor de los coches, interrumpidos acaso por el esporádico tarareo de alguna canción recordada o inventada, si bien de ella más que ondas sonoras son vibraciones lo percibido: se diría que, antes que en la garganta, nace la tonada del mismo pecho.<br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-90298046975540676382010-02-10T21:03:00.011+01:002010-09-02T13:45:32.048+02:00Arrullo<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsBHhOgzSVCAgGzzSH1LdVDgIahdzuLmitHhsmG6Ehi3-AJwjFmKnBOLH4z3D3XMWUxVku4xrfzV-6z-fwTHSMkpOmX3sI927v0nAqoObbfRQW_HyUTJMgVvktcs_Ops9gX9B5u0WwSPs/s1600/desfibrilador.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 225px; height: 225px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsBHhOgzSVCAgGzzSH1LdVDgIahdzuLmitHhsmG6Ehi3-AJwjFmKnBOLH4z3D3XMWUxVku4xrfzV-6z-fwTHSMkpOmX3sI927v0nAqoObbfRQW_HyUTJMgVvktcs_Ops9gX9B5u0WwSPs/s320/desfibrilador.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5512280669699407474" /></a><br /><br />Escuchar la música que más me gusta es como escuchar una irresistible conversación. Escucharla me conforta como conforta a un bebé la voz de su madre, apenas un sordo rumor allá en el interior del vientre.<br /><br />Provee esa música de energía a unos pulmones que quizá sin ella se detendrían para siempre; proporciona fuerza, asimismo, a un corazón que debe resistir la presión que en ocasiones, cerrándose sobre él, parece ejercer una enorme mano invisible.<br /><br /><object width="353" height="132"><embed src="http://www.goear.com/files/external.swf?file=6735673" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" quality="high" width="353" height="132"></embed></object><br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-49659731812527496142010-01-26T18:30:00.007+01:002010-01-26T19:22:41.267+01:00Compañeras<br />Sin ver nada lo ves todo, y empiezan a escocer.<br /><br />Las invisibles imágenes las hacen crecer, crecen y crecen hasta que ya apenas caben, hasta que, por más que aprietes, terminan saliendo.<br /><br />Se alejan, y se pierden. Pero acabarán volviendo, nunca escasea su alimento.<br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-39852001434560422762010-01-16T16:12:00.009+01:002012-03-25T13:09:04.356+02:00Humildad no carente de orgullo<br />Ayer se me dio a conocer el <a href="http://www.artgerust.com/blog/ya-publicado-libro-100-microrrelatos-de-terror-homenaje-edgar-allan-poe">listado de los 100 finalistas del I Certamen del Microrrelato de Terror ArtGerust: Homenaje a Edgar Allan Poe</a> y, francamente, me sentí contrariado al ver que mi seudónimo no figuraba en ella (puede inferirse sin dificultad que tampoco rezaba como firma del <a href="http://www.artgerust.com/certamenes.php?id=6259">microrrelato ganador</a>). Sin embargo, tras mucho meditar —cosa que, como se verá, debí hacer meses atrás—, he llegado a la conclusión de que el jurado de dicho certamen no se ha equivocado en lo que a mi caso particular respecta. El componente sobrenatural, esa caracterísitca que siempre se halla presente en cualquier historia de Poe —que prácticamente es una de sus señas de identidad, nada menos—, apenas si puede <span style="font-style:italic;">imaginarse</span> en <span style="font-style:italic;">La ventana;</span> en <span style="font-style:italic;">Insaciable,</span> ni eso. Ambas historias, en definitiva, son inoportunamente <span style="font-style:italic;">plausibles,</span> demasiado <span style="font-style:italic;">verosímiles.</span> Ahora lo veo.<br /><br />No obstante, que carezcan de tal requisito no quita para que considere buenos ambos textos —cuyo estilo no creo desacertado calificar de pulcro y elegante—, así como las historias que en ellos he narrado —a las que juzgo capaces, cuando menos, de sembrar inquietud en quien las lee—. En suma, me queda cierta confianza en que tanto <a href="http://importantista.blogspot.com/2010/01/la-ventana.html">uno</a> como <a href="http://importantista.blogspot.com/2010/01/insaciable.html">otro</a> podrían haber resultado dignos ganadores, o al menos finalistas, del I Certamen del Microrrelato de Terror ArtGerust.<br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-29338842067826735922010-01-16T10:37:00.002+01:002010-01-16T10:40:08.199+01:00Insaciable<br />Quiso la Mala Fortuna que un aguacero nos sorprendiera mientras escalábamos aquella escarpada montaña. Fue otro su deseo que la terrible lluvia hiciera precipitarse a mi compañero y, aprovechando la cuerda que nos unía, me arrastrara consigo. Con todo, no se sintió algo complacida sino hasta verlo a él muerto y destrozada mi espalda —cuando quedó móvil, en fin, solamente mi cabeza—, pese a que nos detuviera prontamente una repisa.<br /><br />Nos avistaron, sí, unos guardabosques horas después, justo a tiempo de evitar que acabaran conmigo unos malditos cuervos. Mas por ello especialmente La maldigo cada noche, pues no pasa una desde entonces sin que aquellos lúgubres pájaros se me aparezcan en sueños, sobrevolando mi cuerpo; sin que oiga, más cercanos conforme se acostumbran a mis gritos y mis sollozos, sus estridentes graznidos y los movimientos de sus patas en la tierra; <em>ninguna,</em> os aseguro, sin que sienta sus violentos picotazos en los ojos que ya no tengo.<br /><br /><span style="font-size:85%;">(Segundo y último microrrelato con que he participado en el I Certamen del Microrrelato de Terror ArtGerust: Homenaje a Edgar Allan Poe.)</span><br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-52086918683986943492010-01-16T10:30:00.002+01:002010-01-16T10:36:25.683+01:00La ventana<br />«¡Demonios!, lo que se oye no son sino los lejanos ladridos de siempre, que entran por la ventana», se lamentó sobre su lecho, completamente desvelado. Y asimismo se reprendió, pues, por más que estuviera en la casa solo, había vuelto a confundir aquel sonido —tan semejantes se le antojaban ambos timbres y cadencias— con unos jadeos humanos.<br /><br />Absorto en estos pensamientos, percibió entre la profunda negrura de la habitación dos destellos idénticos que al poco desaparecieron. Pasaron varios minutos, y, viendo que todo seguía en tinieblas y que sólo oía ya, intensos, sus propios latidos, contuvo la respiración y encendió una lámpara próxima: aliviado, pudo advertir que en la pared de enfrente, donde pendían varias insignias, había dos juntas, muy parecidas. «Habrán reflejado alguna luz proveniente de fuera», concluyó.<br /><br />Comoquiera que la tensión le había despertado el apetito, decidió levantarse de la cama para saciarlo. Abandonó pues la estancia, dejando atrás la ventana. Ignorante de que estaba cerrada.<br /><br /><span style="font-size:85%;">(Primero de los dos microrrelatos con que he participado en el I Certamen del Microrrelato de Terror ArtGerust: Homenaje a Edgar Allan Poe.)</span><br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-34561595872785210622010-01-11T18:09:00.018+01:002012-01-16T20:50:04.724+01:00Indignación de corrector<br>Para los insignes miembros de la RAE, <span style="font-style: italic;">80 cumpleaños</span> puede equivaler, «en la lengua corriente», a <span style="font-style: italic;">80.º cumpleaños; </span><span>esto es, tanto da decir —si uno es o quiere hacerse pasar por alguien de andar por casa—</span><span style="font-style: italic;"> ochenta cumpleaños </span><span>que</span><span style="font-style: italic;"> octogésimo cumpleaños</span> (<span style="font-style: italic;">Diccionario panhispánico de dudas</span><span> [DPD], </span>«Cardinales», § 8). En resumidas cuentas, diciendo o escribiendo esto último uno se arriesga a que lo tachen de altivo pedante asqueroso. Y a mí que se me antoja que ésta es la ene (escrita <span style="font-style: italic;">enésima</span> en lengua corriente) aldaba que se tragan los académicos, fíjate.<br /><br />Pues bien, en la «Nota al texto» de la edición conmemorativa de <span style="font-style: italic;">Cien años de soledad,</span> apadrinada y se supone bien «apañada» por sus majestades los académicos, quienquiera que sea su autor (pues en ningún lugar figura su nombre) debe de considerar que resultaría de la más altiva pedantería emplear el sintagma <span style="font-style: italic;">octogésimo cumpleaños, </span>y ha preferido recurrir al de <span style="font-style: italic;">ochenta cumpleaños.</span> Un error menor (<span style="font-style: italic;">error,</span> porque, si ellos no emplean la lengua de la forma más correcta posible, ¿quién lo hará?), pues en las escasas páginas del afamado libro que llevo leídas ya he encontrado unos cuantos más que ponen de manifiesto asombrosas contradicciones de los académicos con algunas de las normas establecidas en su <span style="font-style: italic;">Diccionario panhispánico de dudas</span>. Permiten, por ejemplo, leísmos que en el DPD tibiamente desaconsejan (<span style="font-style: italic;">les</span> para el masculino plural de persona), y alguno incluso de los que censuran (uso de <span style="font-style: italic;">le</span> o <span style="font-style: italic;">les</span> cuando van referidos a animales o cosas); no hallan problema, al parecer, en que se escriba —como regla, por cierto, más que como excepción— «coma delante de la conjunción <i>que</i> cuando ésta tiene sentido consecutivo y va precedida, inmediatamente o no, de <i>tan(to) </i>o<i> tal</i>» (DPD, «Coma», § 3.2), o en que figure asimismo separando muy a menudo el sujeto del verbo, por más que en ambos casos la proscriban tajantemente; consienten que quede escrito <span style="font-style: italic;">hacia adelante,</span> sintagma que en el DPD se dice <span style="font-style: italic;">es preferible</span> sustituir por <span style="font-style: italic;">hacia delante...</span> En resumidas cuentas, parece que quien ha escrito dicha «Nota al texto» se hubiera encargado asimismo de confeccionar el <span style="font-style: italic;">Diccionario de la lengua española,</span> porque muchas de estas contravenciones se dan también en dicho libro.<br /><br />Transigen también en una mala utilización de la coma en otros muchos casos —plagado está el libro de ellos—, como por ejemplo ocurre en la siguiente frase: «Quería decir que cuando el enfermo se acostumbraba a su estado de vigilia, empezaba a borrarse de su memoria [...]». Ahí, <span style="font-style: italic;">que</span> enlazaría en realidad con <span style="font-style: italic;">empezaba,</span> pues dicho <span style="font-style: italic;">que</span> introduce una frase que comienza por una subordinada <span>(</span><span style="font-style: italic;">cuando el enfermo se acostumbraba a su estado de vigilia, </span><span>cuya principal</span><span> es </span><span style="font-style: italic;">empezaba a borrarse de su memoria</span><span>)</span>, cuando lo natural es que esté al final, pero dejar sólo una coma no hace más que introducir una pausa innecesaria que interrumpe el orden lógico del discurso. Digamos que dicha frase está compuesta de tres partes:<br /><br /><span style="font-style: italic;">Quería decir que</span> + <span style="font-style: italic;">cuando el enfermo se acostumbraba a su estado de vigilia</span> + <span style="font-style: italic;">empezaba a borrarse de su memoria,</span><br /><br />y las dos últimas son intercambiables:<br /><br /><span style="font-style: italic;">Quería decir que</span> + <span style="font-style: italic;">empezaba a borrarse de su memoria</span> + <span style="font-style: italic;">cuando el enfermo se acostumbraba a su estado de vigilia.</span><br /><br />La función de las dos comas es semejante a la de unos paréntesis que aislaran (si bien mucho más levemente que éstos) la subordinada del resto; indican que se ha anticipado una parte del enunciado que por lo general, sin necesidad alguna de comas, va después (DPD, «Coma», § 1.2.10). (De hecho, si se lee la frase de viva voz, se puede comprobar que en las comas se produce un cambio de entonación.) Dejar una única coma, por tanto, es algo así como utilizar sólo medio paréntesis:<br /><br /><span style="font-style: italic;">Quería decir que cuando el enfermo se acostumbraba a su estado de vigilia</span>) <span style="font-style: italic;">empezaba a borrarse de su memoria.</span><br /><br />Pero ¿a quién le importa?<br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-34806760790909310032010-01-10T16:32:00.007+01:002010-01-10T20:20:33.029+01:00Cuando fuimos afrodisiacos<br />«Esto es tan repugnante, no más que un tótum revolútum de pelos, fluidos viscosos y respiraciones y carne que tremulan.»<br /><br />—P., ¿estás bien? Pareces como ausente...<br /><br />—Sí, sí, quiero decir... no, no te preocupes. ¿Te gusta?<br /><br />—Hombre, algo más de pasión lo mejoraría bastante, si te soy sincera.<br /><br />«En menudo berenjenal me he metido. Bueno, todo sea por el niño. En cuanto la deje embarazada y pasen nueve meses, <span style="font-style:italic;">¡voilà!,</span> un precioso y enternecedor muñequito estará en este mundo, conmigo; un pequeño ser con el que no me aburriré de jugar y al que no me cansaré de mirar, oír ni acariciar. Además, si en el trabajo me sigue yendo tan bien como hasta ahora, podría tener más...»<br /><br />—Oh, esto está un poco mejor. Mmm...<br /><br />«Y, conforme vayan creciendo, compartiré con ellos lo que sé y lo que me inquieta. Les hablaré de los temas que me gustan, de lo que me apasiona...; los cultivaré, sí, en cierto modo, para procurarme la compañía que deseo. Así, cuando hayan alcanzado cierta edad, podré debatir con ellos, confesarles mis preocupaciones, y, por qué no, abstraerme de la enojosa vida que sin ellos me esperaría... Se convertirán en iguales que no me abandonarán nunca..., en <span style="font-style:italic;">amigos.</span>»<br /><br />—¡Vaya! Has empezado algo frío, cielo, pero ha merecido la pena esperar. ¡Uf!<br /><br />«Eso es: juguetes y amigos, juguetes y amigos, ¡juguetes y...»<br /><br />—... amigos! ¡Síii!<br /><br />—¡Oohh! No hace falta que hables, cariño, sólo muévete, así, así... ¡Oohh!<br /><br />—¡Mmpf! ¡Uff!<br /><br />—¡Hay que ver!, ¡al final te has portado, cielo! Me ha encantado, y ¿a ti?<br /><br />—Sí, claro... Perdona, voy a darme una ducha.<br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-74857915823020231632010-01-07T16:36:00.005+01:002010-01-07T18:51:11.893+01:00Deseable<br />Volvíamos de jugar con el balón cuando, apenas empezamos a andar hacia casa, dos chicos se acercaron y nos dijeron que les gustaba el balón. Entonces uno de ellos, sin más ni más, se lo arrebató a J. y empezó a jugar con él. J., enfadado, intentó recuperarlo, pero el chico era muy alto y mucho mayor que él, y manejaba bien la pelota. Cuando hubo pasado un rato, que los dos chicos mayores aprovecharon para jugar entre ellos y hacer enfurecer a J., uno de ellos chutó de tal modo que dio a J. en plena cara, quien comenzó a llorar. Yo, que hasta ese momento había estado con la mirada apenas desviada del suelo, musitando a J. que los dejara, que al final se cansarían, insulté al chico que había golpeado a J. y me dirigí hacia él para intentar quitarle la pelota. Sin embargo, aunque era yo algo mayor que J., no sabía manejar el balón mucho mejor, y los chicos siguieron a lo suyo como si nada hasta que decidieron que con mi cabeza también querían divertirse. Así estuvieron los dos durante una media hora, hasta que se hartaron, supongo, de oírnos llorar y gimotear, y se fueron. Mientras se alejaban, recuperé el balón y seguimos nuestro camino, con los ojos llorosos y el cuerpo dolorido por los balonazos.<br /><br />Al llegar a casa, mamá abrió mucho los ojos y nos preguntó qué había pasado, conque se lo contamos. Nos acarició el pelo y nos abrazó y, después de escuchar la historia, nos dijo que los padres de esos chicos se las tendrían que ver con ella. Llegó papá un rato después, para comer todos juntos antes de volver al trabajo, y mamá le contó lo que nos había pasado. Después de todo, nos dejaron comer tarta de chocolate de postre, y eso que no era domingo. De todas formas, habría preferido tener que esperar.<br /><br />Cuando terminamos de comer, papá y mamá se sentaron juntos en el sofá, mientras J. y yo jugábamos con unos coches sobre la alfombra. Papá no dejaba de dar arrumacos y besos a mamá, lo que a mí me pone algo celoso. Mamá es muy guapa y esbelta, se parece a las chicas que salen en los anuncios; parece que el sol brillara más cuando sus rayos la tocan. Pero lo que más me gusta de ella es que siempre me anima cuando estoy triste, y me tranquiliza si lloro porque me he caído y me he hecho sangre en una rodilla o algo así. Como hizo cuando lo de los dos chicos mayores.<br /><br /><div style="text-align: center;">_______________________________________________________________<br /></div><br /><br />Hace varios días fue mi cumpleaños, y mamá organizó una fiesta magnífica a la que invité a todos mis amigos. Casi se quedó pequeña nuestra casa; éramos un montón. Además, papá estuvo también, y eso que era jueves y esos días, a esa hora, suele estar en el trabajo. Mamá dijo que papá no quería perderse mi fiesta por nada del mundo y por eso había pedido permiso para no ir a trabajar. ¡Qué bien que no faltara nadie! J., papá, mamá y todos mis amigos me hicieron un regalo, así que tardé muchísimo en abrirlos todos. Nos divertimos un montón, y acabamos como toneles, con la barriga rebosante de tarta. Cuando todos se hubieron marchado casi me dolían los lados de la cabeza de tanto que me había reído.<br /><br /><div style="text-align: center;">_______________________________________________________________<br /></div><br /><br />Ayer se fueron al cine papá y mamá; casi todos los fines de semana van a ver una película, o a cenar. Otras veces nos dejan con mis abuelos, que nos dan la cena y nos acuestan, después de leernos un cuento, pero ayer nos dejaron solos y me dejaron a cargo de J., porque dicen que ya soy bastante mayor y tengo que empezar a ser responsable. El día anterior les pregunté si M. podía quedarse a dormir en casa, en mi habitación, porque saben que J. se duerme muy temprano y yo me quedo solo y me aburre lo que ponen a esas horas en la televisión. Escuché a mamá hablar por teléfono con los padres de M.; se enrolló mucho con cosas de ésas de mayores, pero, después de pedirle por favor, no sé cuántas veces, que le preguntara lo que le había dicho, solté un grito y empecé a dar saltos: M. se quedaba a dormir.<br /><br />Resultó muy divertida la noche, pues nos llevamos muy bien los tres. M. y yo hicimos de papás de J., y, cuando ya estaba dando cabezadas sentado en el sofá, lo acompañamos los dos hacia su habitación, y lo arropamos. Finalmente no aguantamos despiertos mucho más tiempo que J., y, después de jugar un rato con algunos juguetes del cumpleaños, delante del televisor que apenas mirábamos, nos fuimos a dormir. Le preparé a M. su cama sacando un gran cajón que hay bajo la mía, que contiene otro colchón. Nos acostamos y, después de hablar un rato, apagamos la luz. Yo, entonces, le dije que tenía mucho frío y si podía pegarme un poco a ella. Accedió, soltando una risita, y en la oscuridad bajé hasta su colchón. Me introduje bajo las sábanas, pero sin atreverme a tocarla, al principio. Pasado un momento, temblando, me fui acercando, y me puse de lado muy cerca de ella. Oía su respiración, que rebotaba en la pared, pues estaba de espaldas a mí. La abracé, cada vez más fuerte, y oliendo su pelo, sin dejar de sonreír como un tonto, me dormí.<br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-50321321148817973882010-01-03T17:22:00.012+01:002010-01-04T10:27:01.330+01:00Papel muy mal aprovechado/Más hiel sobre lo mismo<div align="center"><br /></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVpRWPko6tqLUiuaaGMKqsk5M8WZPGUnYDpe329cB1eeyvtcJLOoeFO1MLgez0vKsl2mxH2Eo0UXt8-5SyInNUf4YOVHhj8QWaNPS9jXxsXeIqKG8n_wtrrbs74fXK04DnjbnLwMiPLyc/s1600-h/Ay,+om%C3%A1.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 252px; DISPLAY: block; HEIGHT: 320px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5422553337171316114" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVpRWPko6tqLUiuaaGMKqsk5M8WZPGUnYDpe329cB1eeyvtcJLOoeFO1MLgez0vKsl2mxH2Eo0UXt8-5SyInNUf4YOVHhj8QWaNPS9jXxsXeIqKG8n_wtrrbs74fXK04DnjbnLwMiPLyc/s320/Ay,+om%C3%A1.jpg" /></a><br /><br />Todo lo que a continuación «pego», y mucho más, en Facebook:<br /><br />«A esta publicación le sobran páginas, le sobra información sobre culturas foráneas (porque en este país hay mucho de lo que hablar) y le sobra tratar sobre asuntos que no le importan a nadie (en uno de los números se hablaba extensamente —hasta la náusea—, por ejemplo, ¡del aniversario de la letra Helvética!). Y le sobra, a espuertas, falso espíritu subversivo y “tolerantismo” de juguete, que, por cierto, se derrumba en cuanto irrumpe la apología del consumismo salvaje que sin excesivo rebozo se realiza en la sección “Estilos de vida”.<br /><br />»Yo, con todo, suelo detenerme en los artículos de Javier Marías,* y en ocasiones leo también enteros los de Maruja Torres y Javier Cercas (Ray Loriga se me atraganta, en cambio, debido a su desmedido gusto por la metáfora). Pero en general, sinceramente, el suplemento me sabe a opulenta impostura; me resulta, por más esperanza que pongo siempre en encontrar algo interesante y <em>cercano,</em> tan insulso y efímero como una tibia ráfaga de aire.<br /><br />»P. D.: No hay más que ver, en fin, el tema estrella al que otorgan la portada de esta semana: seis tías confiesan lo que hacen en cuanto se despiertan, por aquello del amanecer del nuevo año. Apasionante».<br />____________________________________________<br /><span style="font-size:85%;">* «El señor Marías [en su artículo <a href="http://www.elpais.com/articulo/portada/exterminadores/toros/elpepusoceps/20100103elpepspor_13/Tes">“Los exterminadores de toros”</a>] opina que, en este caso, el fin justifica los medios. Yo, por supuesto —si todavía es necesario decirlo—, discrepo totalmente. Nos tacha además —aunque apostillando, y se agradece, que quizá lo seamos de forma no deliberada— de exterminadores de toros. Pues yo me pregunto, yendo al fondo del asunto: tanto esmero en el cuidado de los toros, allá en las dehesas, ¿tiene por fin el bienestar de los animales, o es sólo la preocupación por que el vil espectáculo luzca con el mejor brillo? En suma, ¿se hace en interés de los toros, o en el de los taurinos? Estoy seguro: lo de esta gente no es sino puerco hedonimso disfrazado de ecologismo.<br /><br />»Por otra parte, introduce en su artículo el factor nacionalista, al hilo de la votación antitaurina de Cataluña, y cree que esto que nos ocupa se utiliza como medio para desvincularse de España, aunque sea simbólicamente. Quizá en relación con ciertos ámbitos sea atinada la observación, pero yo, sin embargo, prácticamente (dejo un resquicio a la duda) soy apátrida. Conque, en lo que a mí y a muchos más concierne, el escritor ha meado fuera de tiesto.<br /><br />»P. D.: Por cierto, el buen hombre dice haber ido bien poco a ver esta basura y serle indiferente el asunto. Entonces, ¿por qué se mete, joder?»</span><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1cI0Tn9xk6BuwuuFPt05K3HTs9SyLy1bPD4fgv6HBKEklcYbx1Om59R2A3K36mfsEuB-UGFks8qu-yrRKDsudLrOgTf4W7bq6YhxV35Gvd5wIPrkiKl4qgRKUhu0c1HrmYv5Gst2ZBMo/s1600-h/La+hostia.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 294px; DISPLAY: block; HEIGHT: 320px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5422812985389323938" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1cI0Tn9xk6BuwuuFPt05K3HTs9SyLy1bPD4fgv6HBKEklcYbx1Om59R2A3K36mfsEuB-UGFks8qu-yrRKDsudLrOgTf4W7bq6YhxV35Gvd5wIPrkiKl4qgRKUhu0c1HrmYv5Gst2ZBMo/s320/La+hostia.jpg" /> <p align="center"></a><em><span style="font-size:85%;">¿Es esto realmente imprescindible para la supervivencia del toro?</span></em><br /><br /></p>Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-23730577168928407942009-12-25T12:15:00.003+01:002009-12-25T12:20:30.569+01:00¿Soy, o me hacen?<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvsuZO0KjDSc3VaUzY0XDfrAxBrOkq01VVFWmIfxynNULBbvpQbtK-VU-ypTQahOrHOCMYL-x0kXWZd2f4bNxZBzU5FRnnpyQbkTB8wurMUvmsxJ6DCnmniIVwVRIHn-u2BhkgH837oLE/s1600-h/Margaritas+2.bmp"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5419131281104334034" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 230px; CURSOR: hand; HEIGHT: 352px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvsuZO0KjDSc3VaUzY0XDfrAxBrOkq01VVFWmIfxynNULBbvpQbtK-VU-ypTQahOrHOCMYL-x0kXWZd2f4bNxZBzU5FRnnpyQbkTB8wurMUvmsxJ6DCnmniIVwVRIHn-u2BhkgH837oLE/s400/Margaritas+2.bmp" border="0" /></a><br /><div><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Piter/Configuración%20local/Temp/WindowsLiveWriter-1385793485/supfiles292EF/Margaritas%202[3].png"></a><a href="file:///C:/Documents%20and%20Settings/Piter/Configuración%20local/Temp/WindowsLiveWriter-1385793485/supfiles292EF/Margaritas%202[3].png"></a>Uno, el que sólo en los demás ve defectos, hizo de pinche junto con Ella, y se encargó de preparar las gambas y el pulpo. Se le olvidó echar sal a las primeras, cosa que intentó enmendar friéndolas un rato más; pero fue demasiado corto ese rato, y sosas se quedaron. Por descontado, él pensaba que las suyas eran las mejores gambas nunca antes cocinadas, pero yo, que no habiendo cocinado nada no me consideraba autorizado para juzgar, me las comía pensando: «Qué desperdicio de gambas. En fin…». Mientras esto sucedía, Uno vigilaba el pulpo, abriendo de vez en cuando el horno en el que se estaba haciendo y siempre quejándose de lo duro que seguía estando. Llegado el momento de su ingesta y degustación, resultó estar, sí, algo duro, pero sobre todo soso. «Al pulpo nunca se le echa sal, Ella», aleccionaba Uno a su creadora. Por lo que había ido escuchando yo durante la conversación, Uno lo había cocinado con algo de cerveza. «Amarga un poco», comentó Ella para la concurrencia. Y yo, mientras me lo comía tratando de no exteriorizar con mi cara lo que en mi interior sentía, pensaba: «Qué desperdicio de pulpo. En fin…».<br /><br />Todo ello se desarrollaba en medio de una velada donde Ella parecía disfrutar sobremanera, pues no pasaban acaso cinco minutos sin que por razones que siempre a mí se me escapaban se desternillara casi hasta el infarto. «Más que vino blanco parece que fuera éxtasis líquido lo que está bebiendo», pensaba yo.<br /><br />Y, como apenas hablara yo y mi semblante apenas se conmoviera, Uno insistía en no llamarme por mi nombre, sino por el de «Sosomán», hasta que le hube de decir que, cuanto más me lo llamara, más a propósito me vendría tal sobrenombre. Pues su estúpido apelativo no provocaba en mí sino ganas de sumirme más y más en el mutismo, lo cual se agravaba al ver que era yo incapaz de participar, pues no lo comprendía, del alborozo de Ella y Uno (uno y otro mutuamente se procuraban motivos para alimentar su jocosidad). Alborozo que no parecía comprender tampoco Otro; acaso adivinaba algo de vez en cuando, ya que se reía, sí, de vez en cuando, con alguna gana. Y es que seguramente estaría pensando Otro, marido de Ella según los papeles, en sentarse ante el ordenador e intercambiar <em>e-mails</em> con quienquiera que lo haga: hace unos días se abrió una cuenta, para evitar —sospecho— que la factura de su teléfono móvil continúe llegándole con un importe a pagar que tal vez ya le resulta casi obsceno.<br /><br />En cuanto a la imagen que encabeza mi escrito soliloquio, se trata de una frase que recomendaron, desde el Teléfono de la Esperanza, que tuviera siempre presente Ella: la de anoche no es su actitud habitual, que más bien se inclina hacia la quejumbre y el pesimismo. Bueno, en realidad en la frase original reza un verbo en primera persona, pues tiene como fin que Ella se convenza, a sí misma, de que la realidad no es como ella la ve. Mi propósito es comprar un marco digno para la composición (la imagen de fondo, que añadí después de informarme de qué flores le gustan, es cosa mía también) y regalárselo todo un día de éstos. Sin embargo, el marco sigue sin comprar, la imagen metida en una triste funda de plástico, porque de lo primero («Eres una persona valiosa y llena de amor […]») no cabe dudar, pero de lo segundo necesito estar más seguro. Necesito la señal de que, aunque sea al menos durante cinco días, Ella siente que no es mierda todo cuanto tiene a su alrededor. Se merece mi amor y mi respeto, desde luego, pero quiero que se los merezca un poco más. </div><br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-71040196412238291772009-12-14T19:24:00.014+01:002013-06-30T17:08:02.712+02:00¡No! ¡No! ¡¡No!!<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCtiFWZA5wgzHHLMD3FBQhKFn3X01YQWz30exa1keSxI7wOx-t0VyODDlYRSEmSHX6I2y5WTZ5LQDu3KW9q3BEkO5to4A9LwcULGgUK3mH3aBFAj8A7xu4sHDm3FhDyRcUoB3QnDsSmZo/s1600-h/Tus+muelas2.JPG"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5415159757373893378" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCtiFWZA5wgzHHLMD3FBQhKFn3X01YQWz30exa1keSxI7wOx-t0VyODDlYRSEmSHX6I2y5WTZ5LQDu3KW9q3BEkO5to4A9LwcULGgUK3mH3aBFAj8A7xu4sHDm3FhDyRcUoB3QnDsSmZo/s400/Tus+muelas2.JPG" style="display: block; height: 233px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px;" /></a><br />
<br />
¿Por qué no? ¿Por qué he realizado sobre esa <em>n</em> —que con estoicismo debo sufrir casi todos los días— la marca de eliminar (¡muere!, ¡muere!, ¡muere!)? Porque el verbo <em>haber,</em> cuando funciona como verbo principal (aquel que expresa la acción a que, en última instancia, se refiere el hablante o escribiente), <em></em> es impersonal. Significa esto, como sin dificultad puede deducirse, que en tales casos nunca lleva sujeto. Y ¿qué carajo es —quizá se pregunte alguien—, entonces, <em>demasiadas personas</em>? Es, mi grosero amigo, el complemento directo, lo cual queda patente si uno comprueba que dicho <a href="http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=sintagma">sintagma</a> puede ser sustituido por <em>lo, la, los</em> o <em>las.</em> Veamos:<br />
<br />
*<em>Lo había alllí;</em><br />
*<em>La había allí;</em><br />
*<em>Los había allí;</em><br />
<em>Las había allí</em> (¡eureka!).<br />
<br />
(Y, por supuesto, el verbo no tiene ninguna necesidad de concordar con el complemento directo. Esto es, que pasa de su cara.)<br />
<br />
Para terminar, observen una circunstancia que hace que a los ojos de cualquiera se muestre cegadora la verdad que acabo de exponer: ¿dicen acaso ustedes <em>Hayn demasiadas personas</em>? Espero que no. Pues, del mismo modo que en presente de indicativo se utiliza el susodicho verbo en tercera persona del singular, así ha de hacerse con el resto de los tiempos verbales <span style="font-style: italic;">(Habrá toneladas de lechugas, Ha habido muchos limones, Debe de haber</span>¹<span style="font-style: italic;"> diversos errores),</span> razón por la cual don Leonardo Gómez Torrego, en su <em>Gramática didáctica del español</em> (Madrid: SM, 2007), califica muy didácticamente a mi magreado verbo como <i>unipersonal:</i> <strong>sólo se usa, cuando funciona como verbo principal, en tercera persona del singular.</strong><br />
<br />
¡Coño ya!<br />
___________________<br />
¹ <span style="font-size: 85%;">Las perífrasis verbales (lo que es <i>d</i><span style="font-style: italic;">ebe de haber</span>) son construcciones que funcionan como una unidad y están formadas por dos o más verbos; uno o más de dichos verbos funcionan como auxiliares, y el último, como principal, el cual va en forma impersonal (en infinitivo, gerundio o participio). El auxiliar es en estos casos el que debe seguir la «regla de unipersonalidad», es decir, siempre va en tercera persona del singular (si el principal es <em>haber</em>): <em>TIENE que haber demasiadas personas, LLEGA a haber demasiadas personas, VA habiendo demasiadas personas...</em></span>Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-16900986746249115892009-12-08T16:08:00.006+01:002009-12-18T20:12:40.746+01:00Aquí estuvo publicada una mierda<br /><span style="font-size:130%;">A la mierda se ha ido.</span><br /><span style="font-size:130%;"></span><br /><span style="font-size:130%;">Que en la mierda se quede.</span><br /><br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1349084146053817330.post-33227961954560730912009-12-08T13:06:00.012+01:002016-07-01T14:00:35.742+02:00Imaginaciones<br />
<div style="text-align: justify;">
Recuerdo que esa mancha, de apenas dos milímetros de diámetro, la tenía él bajo el pómulo derecho desde hacía varios años. No obstante, como cualquiera se habitúa a los ojos, la nariz o la boca de los demás, así habíamos hecho con esa mota quienes lo conocíamos: no le dábamos la más mínima importancia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Empero, un día, sin que nadie sepa por qué, comenzó a crecer, y sus cambios podían percibirse a cada semana que pasaba. A la tercera o la cuarta, me di cuenta de que en el centro exacto del círculo —tal forma presentaba la mancha en todo momento— había surgido un pequeño punto negro, igualmente redondo. Con <a href="http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=azorar">azoramiento</a> iba asimismo viendo que, a medida que el tiempo transcurría, crecía proporcionalmente ese punto, y que su negritud cobraba a su vez mayor pureza y hondura. Ya en los últimos días que estuve con él me pareció advertir, cuando me mostraba su perfil, que la por entonces notable circunferencia se sumía en su rostro, alcanzando su mayor profundidad en su insondable centro.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En fin, según me han contado —pues, salvo de lo referido antes, no puedo dar fe directa de nada más—, no se ha vuelto a saber de él desde hace dos meses, cuando, viendo que tardaba más de lo acostumbrado, fueron a su habitación a despertarlo y sólo encontraron su cama deshecha. Algunos de quienes me lo han relatado, además, no tienen empacho en destacar cierta particularidad del suceso y en extraer de ella conclusiones que no puedo escuchar sin desdén: se preguntan, si acaso no cabe mejor hablar de exclamaciones de terror, por qué el <a href="http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=embozo">embozo</a> de las sábanas se hallaba casi al nivel de la almohada, y no éstas replegadas como es propio de un lecho abandonado al <a href="http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=desgaire">desgaire</a> por quien ha yacido en él. Sobre las ridículas respuestas que se dan a sí mismos, preguntadles a ellos.</div>
<br />
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<br />Importantistahttp://www.blogger.com/profile/01770233005969321857noreply@blogger.com1