martes, 13 de enero de 2009

¡Bah! Políticos...

Desde luego, por supuesto, ni que decir tiene... en mi comentario no me ceñía a otra cosa que no fuera la personal forma de hablar de la señora Álvarez (criticar el acento de cualquier región es de ignorantes, de gente que, tomando las palabras de anoche del señor Gabilondo, mira a los demás desde lo alto de un caballo); y hacía la observación porque quiero creer que, quizá, en lo más hondo de su ser, la señora Nebrera quisiese referirse con sus torpes palabras a la susodicha forma de hablar; si no era ésa su intención, opino que la señora Nebrera, hablando claro, es idiota.

Por otra parte, y espero que no se me tome por correligionario del PP -no lo soy ni de ése ni de ningún otro partido, totalmente al menos-, creo que, aun con el defecto que padece, el caso de Mariano Rajoy no es comparable con el de Magdalena Álvarez, pues yo, por lo menos yo, entiendo siempre cuanto aquél dice.

Para terminar, opino que la clase política actual es tirando a mediocre en lo que atañe a habilidades dialécticas, y el caso que nos ocupa es buena prueba de ello: a la hora de debatir o de refutar ideas, actitudes, etc., tanto unos como otros son capaces de recurrir a argumentos de lo más pueril y burdo; la inteligencia y el ingenio, normalmente, no brillan sino por su ausencia. Leí hace poco un libro titulado 'España invertebrada', de Ortega y Gasset, en que se hace alusión a este tema y que resulta aplicable aún hoy, por lejana que quede su fecha de publicación: se echa en falta, en general, más afán por convencer de forma hábil, de atraer mediante buenos argumentos al reticente, y sobra tanto desplante, tanto complejo de superioridad y tanto desprecio hacia el que piensa diferente. Pero, en fin, me imagino que leer la citada obra no fue, ni es, una de las prioridades de nuestros políticos; o, cuando menos, no lo parece.

Un saludo
(Génesis: Va una catalana y dice... | Marga y las Letras)

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