¡Pobre Graham Bell,
que sobre sí tanto soporta
de mis desechos el vertido!
Pero ¿es la culpa mía
si por media de alegría
me da su vil invento
cien veces por culo
y otras muchas de tormento?
que sobre sí tanto soporta
de mis desechos el vertido!
Pero ¿es la culpa mía
si por media de alegría
me da su vil invento
cien veces por culo
y otras muchas de tormento?
A esto se llega cuando en apenas nada se cree. ¡A esto se llega!
ResponderEliminarSaludos