domingo, 16 de agosto de 2009

Para estómagos insensibles

El destino ha querido que, a falta de escasas páginas para terminar la novela Niebla, de Miguel de Unamuno, emprendiera yo simultáneamente (cosa extraña en mí, porque suelo leer a trompicones y no es cuestión de hacer eso con varios libros a la vez —¡qué caos se produciría en mi cabeza!—)... Como iba diciendo, el destino ha querido que, a falta de escasas páginas para terminar la novela Niebla, de Miguel de Unamuno, emprendiera yo simultáneamente la lectura de un compendio de cuentos de Edgar Alan Poe titulado Cuentos (tiene su lógica, sin duda). Puesto que he comprobado millones de veces que mi cerebro se empeña en que yo escriba de la forma más enrevesada posible —sin darme la menor facilidad para ello, además, el cabrón—, dejaré hoy aquí mi superfluo y precipitado análisis de ambas obras enfrentándolas en un combate deprimentemente metafórico. Precipitado porque, entre otras cosas, no he terminado de leer ni una obra ni la otra; superfluo porque la imagen que a continuación utilizaré como representación del juicio comparativo ahonda tanto en las razones en que me baso como acaso haga el reseñador de películas de la Pronto. Por último, me gustaría decir que sí, que me conozco muy bien ese dicho de «Las comparaciones son odiosas», mas pienso que éstas, en su caso, podrían resultar odiosas para quien sea objeto de ellas; porque a mí, sincera y soez y francamente, tíranme del pijo (pues no escribí ni escribiré nunca algo parecido a los mencionados Cuentos; ¡ah!, y tampoco Niebla). Me dispondré ipso facto, en consecuencia, a recoger firmas a fin de que sea cambiado el referido dicho y tras lo cual rece: «Las comparaciones son odiosas para quien lo son, no nos engañemos». En fin, sin más dilación —que bastante se ha producido ya, lo que bien poco, por no decir nada, redunda en la amenidad de este mi blog, máxime si tal dilación no responde a causa justificada alguna—, he aquí mi... lo que sea:

8 comentarios:

  1. ... a Edgar Allan Poe. Y ya tengo cuatro comentarios.

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  2. Ya tienes cinco comentarios.

    Al contrasrio que tú prefiero leer varios libros a la vez. Para evitar desbarajustes mentales empleo la siguiente receta: una novela, una colección de cuentos, un libro de divulgación científica y un libro de humoradas sin mayor profundidad. De esta manera puedo leer mucho sin aburrirme, pues según mi estado anímico de cada momento recurro a uno u otro libro, sin que por ello haya confusiones dado el género tan incompatible entre unos y otros libros. Te recomiendo el sistema.

    Poe, qué bueno con sus cuentos. Le he leído unos cuantos y creo que conozco la colección de la que hablas.

    Y ya para despedirme: veo que tenemos a gente en común... ¿Nos conocemos tú y yo?

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  3. Me gusta la receta, sí. No obstante, dudo que en mí pueda funcionar, pues, debido a que les dedico poco tiempo, tardo bastante en leerme los libro que leo. Ya veremos, en cualquier caso (me atrae esa idea de poder escoger el libro en función del estado de ánimo).

    En cuanto a lo del mutuo conocimiento..., en común tenemos a la Sra. Tomasa (autora de 'Puente Tocinos Perruno') y, acaso, algún familiar de ésta. Hasta ahí llega lo que yo sé.

    Saludos.

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  4. Esto es lo más HERMOSO y friki que he visto desde hace semanas. Gracias, Importantiste, usted sabe que le aprecio.

    Niebla es una buena novela, de notable, por sus divagaciones metaliterarias, pero su trama y su acción y sus personajes son bastantes... cómo decirlo, aburridos. Por eso lo del notable, que sino sería suficiente, tal vez. Que sea de Unamuno parece que le sube el rango.

    De cualquier modo, yo ya hablé bien de ella, no voy a ponerla a parir ahora.

    Creo que hacía mucho que no pasaba por aquí, ¿verdad?

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  5. ¿Lo más «HERMOSO»? Je, je; vale, gracias (en serio). Ciertamente, me dejé llevar.

    Supongo que tienes razón, que la idea es buena (aunque a mí las reflexiones que rondan por la cabeza del autor/protagonista me producen más dolor de ídem que otra cosa; yo soy más de filosofías pragmáticas). Por cierto, que los 'Cuentos' de Poe los dejé por el de «El escarabajo de oro» (magnífico hasta el punto en que lo dejé, eso sí); espero retomarlos algún día. Con esto quiero decir que mi crítica tiene tanto fundamento como lo que yo sé, pero no mencionaré.

    Saludos.

    P. D.: Dedico algo de mi tiempo, actualmente, a la relectura (si bien de la primera no me acuerdo en absoluto) de 'Lo peor de cada casa', de Tom Sharpe. Está gracioso.

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