miércoles, 10 de febrero de 2010

Arrullo




Escuchar la música que más me gusta es como escuchar una irresistible conversación. Escucharla me conforta como conforta a un bebé la voz de su madre, apenas un sordo rumor allá en el interior del vientre.

Provee esa música de energía a unos pulmones que quizá sin ella se detendrían para siempre; proporciona fuerza, asimismo, a un corazón que debe resistir la presión que en ocasiones, cerrándose sobre él, parece ejercer una enorme mano invisible.



2 comentarios:

  1. Sí, porque en realidad nace de dentro, no de fuera. La música viene de fuera, claro, y atraviesa nuestros oídos hasta el cerebro. Eso sí, pero eso no es la música. Eso es ruido. La música se forma cuando ésta entra en contacto con nuestra alma, o sea, cuando nos toca ese botoncito ahí dentro y entonces pasamos de oírla a escucharla.

    Bonita canción.

    : )

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  2. Cuando al final no sabría uno decir dónde empieza la música y dónde quien la escucha...

    Sí, bonita canción, y recomendable el disco (Relax) que la contiene.

    Saludos, hombre.

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